lunes, 22 de febrero de 2010

El lado B




A veces las personas repiten la frase: "Antes estabamos mejor" y uno se pregunta: ¿En qué época lo estábamos si la Argentina siempre fue un país muy pasado de revolución?, ¿En los períodos coloniales, dictaduras o las invasiones?

Si bien estas preguntas no tienen una respuesta bien fundamentada en estos párrafos, la pregunta a responder hoy es ¿qué es lo que nos hace falta para crecer?. Para algunos, la nación carece de los años de democracia que tienen los países europeos, para otros, la única solución es que se vayan todos los políticos, y en su defecto, crear nuevas corrientes idológicas.
Es comprensible que la gente esté asustada debido al grado de inseguridad que nos acecha, pero no les parece algo ilógico exigir el regreso de los militares al poder, después de la cantidad de desaparecidos en las dictaduras, o los jóvenes muertos en Malvinas, que por cierto, son argentinas.
La democracia europea es como un fénix que deslumbra debido a sus progresos, la maravillosa unión Europea, el parlamento inglés. Pero se nos olvida que nuestro país es relativamente nuevo, y que hace tan sólo veintiséis/ siete años que recuperamos la democracia, que es un plazo bastante corto, y que el viejo continente no tuvo dictaduras, o si las tuvo, no fueron tan pesadas como las de América.
Algunas veces decimos que fuimos el granero del mundo, un ejemplo de país, y todas esas lindas expresiones; La verdad es que no todo era color de rosa. En aquellos tiempos se ocultaron cosas que muchos sabían, pero que pocos hablaban como el fraude electoral (los votos de los difuntos, las muertes políticas) y los derrocamientos, que desmantelaban que aún no éramos un país organizado y que la libertad de expresión estaba encerrada en una jaula.

Es cierto que en esta época tenemos varios problemas, como la inseguridad, la pobreza, pero también deberíamos valorar la cantidad de profesionales que preparamos (que a veces descuidamos, y terminamos valorando más a una vedette que a un científico), que no tenemos problemas ambientales como Haití, que no sufrimos el hambre de aquella Europa de la segunda guerra mundial (sabiendo que todo lo que plantamos crece) y otras facultades más.
Para terminar, pensemos que la política es un instrumento (que no es bueno ni malo), y que a la patria hay que construirla entre todos, no con palabras absurdas o frases (la casa está en orden, llegaremos a la estratósfera, el granero del mundo). Sino con hechos, o como lo diría Felix Luna: " Creanme, tenemos un buen país. Lo único que nos falta a los argentinos de estos finales de siglo XX, es merecerlo"


Felix Luna

Pablo Panedigrano

2 comentarios:

Unknown dijo...

Pane buena suerte con tu blog, te quiero infeli

Nicolás López Zerpa dijo...

Excelente, amigo!!
¿Sabés que mi mamá conoció a Felix Luna?, fue unos meses antes de que el escritor muriera.

¡Saludos!
Lopecito

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