domingo, 2 de mayo de 2010

¡Pensemos señores!


Aunque el tiempo pasa, la gente siempre es la misma

El otro día me senté a oir la pelea entre dos grandes fanáticos de fútbol que se disputaban el resultado de la decimoséptima fecha del torneo apertura.
A, hincha de Independiente es de temperamento fuerte y agresivo, pero su orgullo no lo deja ver mas allá de sus narices. Mientras que B, simpatizante de Boca sueña con mejores resultados que los que venía ofreciendo su equipo en las últimas fechas.
Para suerte de B, Boca Juniors venció a Independiente 3 a 2. Con este resultado, B trato de enviarle un mensaje a A para saber como estaba, quien muy enojado le contestó: “que podes decir vos que ni siquiera sabes quien anotó los goles”. Para responder a su agresión, B le alegó que “sí,” seguramente el partido estaba arreglado; intentando recuperar la buena comunicación.
Finalmente, ninguno lograría entender los sentimientos que pasaban por la mente de cada uno, mientras que desde afuera, uno puede analizar las cosas con más frialdad.
¿A caso Boca se despertó, o Independiente se olvidó de jugar? No, claro que no, el resultado fue un producto de un negocio, que resultó redondo para un Boca que venía decayendo.
Sin embargo, algunas personas consideran que un partido como este es limpio, que los jugadores se matan por ganar. Pongamos la verdad sobre la mesa, el fútbol es un negocio, como lo es un Bingo, como es un boliche, sino, no tendría tantas repercusiones como hasta ahora.
Pero busquemos otro ejemplo, ¿Qué diferencia hay entre el fútbol y el rugby? El rugby es un deporte no lucrativo, debido a esto, cada jugador posee otro trabajo, ya que no es un deporte rentable, y se juega más por gusto que por el pesito bajo el hombro. Esta es la razón por la cual no es tan respetado como el fútbol o el basketball (que tiene gran afición en EE.UU.), y millones de empresas imponen gran parte de su capital en ellos.
Si Boca hubiera perdido este partido, era muy probable que la gente dejara de ir a la cancha, y este deporte hubiera tenido muchas pérdidas deficitarias debido a que este equipo atrae a muchos fanáticos, incluyendo gente del extranjero, quienes viajan para ver un partido.
¡Reaccionemos ya!, esto es una trampa para osos, al igual que Colon, quien aprovechó la ingenuidad de los indios para llevarse sus monedas de oro a cambio de espejitos de colores.
Quizás el fútbol es un deporte atractivo para ver, pero no nos comamos todo lo que nos muestra los medios, si el Xeniexe no rinde, los medios no venden, las empresas no lucran, los capitalistas se funden, y asi sigue la cadena.
“Cada vez que gana boquita, sabes como vendo”. Esas fueron las palabras de un diariero que reconoció que cada vez que vence ese club, vendía más que con la victoria de otro equipo.
Dicho esto, abandonemos la malasangre, el malhumor, y en lugar de quejarnos, practiquemos un deporte que es más saludable que quedarse abrazados al sofá porque a veces se pierde y otros siempre ganan.

Panedigrano Pablo

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